ZUY ONLINE TEAM

Aug 16 at 09:44 AM

Muchas gracias por tu comentario Luis, lo tendremos en cuenta!

posteó

Dec 04 at 08:16 AM

Programa de meditación: Cerrando el año en paz

¿A quién va dirigido?

Recomendamos este programa a todas las personas que quieran cerrar el año encontrando un espacio para ellos de quietud, equilibrio y paz. Lograremos así arrancar el 2024 sintiéndonos plenos y abiertos para abrazar lo que el año nos traiga.

¿En qué consiste?

Carolina Drake te guiará a través de distintas meditaciones que te ayudarán a ir hacia dentro para cerrar tu año con conexión, consciencia y serenidad. Todas las clases son básicas/multinivel para que puedas hacerlas sin importar tu experiencia.

¿Cómo hacerlo?

Tienes disponible 7 meditaciones. Te recomendamos seguir el orden establecido y, si es una opción para ti, hacerlas en días continuos, pero si no es posible, no te preocupes y siéntete libre de hacer la meditación que más te guste y de repetirlas las veces que quieras.

Además te mandaremos el link a la meditación en directo de la semana, que es los jueves a las 19.15h. Si no puedes hacerla en directo, podrás hacerla en diferido.

¿Qué necesitas?

Solo necesitas entre 5 y 20 minutos al día para invertir en tu salud y bienestar.

EMPIEZA HOY

https://tv.zentrourbanyoga.com/programs/cerrando-el-ano-en-paz?category_id=34737

posteó

Nov 23 at 10:15 AM

Ojalá disfrutes este regalo

"The quieter you become
the more you can hear"
- Ram Dass

Escribo desde el aeropuerto, camino a un retiro en el que el único propósito es re-conectar. Volver a dar espacio, atención y amabilidad a aquellas partes de nuestro ser que, por alguna razón, hemos desatendido. Y con ese "volver", sentir que estamos regresando a nuestro hogar. A reconocernos, a aceptarnos y querernos. Con todo.

Siento que estos últimos meses la necesidad nos ha llevado lejos de nosotros. El ruido está siendo mucho, largo, y demasiado intenso. Y a veces mirar hacia fuera, hacia otro lugar, y alejarse, es la única forma de sobrellevar la impotencia de ver tanto dolor y sufrimiento. Una manera de poder seguir. Pero sabemos que esta elección, a medio o largo plazo, no es sostenible. Por eso desde ZUY nos gustaría facilitarte el camino de regreso. Para que, aunque el exterior pueda presentarse hostil, puedas escoger morar en un lugar sereno, seguro, amoroso y en paz. Para que puedas sentir que, además de ese camino que te aleja, también hay uno que te acerca, y te lleva directo a ti. 

Este jueves a las 00h y hasta el viernes a las 00h te vamos a regalar:

El 40% de tu primera cuota presencial u online* (código: LIGHTFRIDAY)
El 10% de cualquier taller
Descuentos en formaciones y en el retiro de silencio
Ojalá que estos regalos (par ti o para algún ser querido) os ayuden a reconectar con ese espacio de serenidad, de amor y alegría que habita en cada uno de nosotros.

posteó

Nov 20 at 09:43 AM

¡Feliz día del niño!

La niñez es un periodo clave del desarrollo de cualquier persona, es en este momento que cada individuo empieza a formar su personalidad, a adquirir valores y actitudes. En este período también ocurre la mayor parte del crecimiento físico de la vida, sustentado en la rápida progresión del esqueleto y la musculatura en los niños. Por otra parte, la vida de relación con los demás seres humanos tiene su origen en la niñez misma, con la posibilidad de definir vínculos que pueden prolongarse por toda la vida.

El yoga y la meditación ayudan a los niños en este desarrollo trayendo muchos beneficios; aumento de la autoestima, calma y relajación, concentración, diversión etc…

Es por eso que en ZUY tenemos clases de yoga para niños, yoga en familia y un programa de meditación ONLINE.

posteó

Nov 15 at 05:15 PM

The trees are showing us how beautiful it can be to let go.

El otro día tuve la suerte de poderme dar un baño de naturaleza y empaparme del otoño en su máximo esplendor. Lejos de sentir la nostalgia -que para mí siempre fue el aroma de esta estación-, me conmovió la sensación de transformación y vida que rebosaba.

Aunque parezca lo contrario, los árboles se hacen fuertes en otoño. Dejan de estar pendientes y darles energía a sus flores, a sus frutos, o a cualquier demanda o resultado externo. Sueltan y se desprenden de todo, serena y dignamente, y empiezan a llevar su energía y su atención hacia adentro. Hacia su raíz. Hacia su autenticidad. Hacia su ser. Lo que podría parecernos decadencia o muerte, es, en realidad, una re-conexión profunda, que supone el máximo impulsor de vida.

¿Te imaginas como sería si nosotros hiciéramos lo mismo? Si nos diéramos un espacio y un tiempo para reconectar con nuestra esencia, regenerarnos y nutrirnos. Si dejáramos de estar pendientes de todo lo externo para cuidar de lo interno. Si soltáramos con serenidad y dignidad todo aquello que nos condiciona y nos pesa, lo que nos agota y aleja de quien realmente somos, y nos acercáramos con curiosidad y aceptación a nuestro verdadero ser.

Lo cierto es que, al igual que los árboles, tenemos esa elección. Siempre. Pero, como ellos, necesitamos confiar ciegamente en el proceso. El otoño no se cuestiona si iniciar o no ese camino, tampoco el por qué renunciar a esos frutos tan vistosos, y que tantas veces nos ciegan. Nos sobran motivos para aventurarnos hacia dentro, pero a veces nos falta determinación y constancia para hacerlo. No saber con qué nos vamos a encontrar puede asustar, pero no hay duda de que el viaje no es en balde. En ti está la fuente de todo. Por eso cuando dejas de buscar y aguardar fuera, para descubrir y reencontrar dentro, entiendes cuál el verdadero secreto. El que te permite reconocer y sentir toda la potencia, el amor, la energía y luz que eres. El que te proporciona las respuestas que tanto anhelabas. El que posibilita reconocer y reconectar con el torrente ilimitado de vida que eres. Si la naturaleza, que es sabiduría en su estado más puro y desinteresado, repite este recorrido, año tras año, será porque, igual, vale la pena intentarlo ¿no crees?. ¿Por qué no probarlo?

posteó

Oct 31 at 09:02 AM

El otro día mientras mi hija mayor estudiaba para un examen, me dijo: "mamá, no sé si me gusta esto de crecer". La miré con ternura y me dejó pensando en que crecer, no importa a qué edad, siempre es un proceso incómodo. No obstante, si no lo resistimos, es un tránsito que nos dirige hacia un estado de mayor apertura, liberación, madurez, perspectiva y conciencia.

Crecer viene del latín
crescere cuyo significado es aumentar el tamaño por medio de un desarrollo orgánico natural. Ese "tamaño" puede ser físico, pero también espiritual o de conciencia, por eso, siempre podemos escoger seguir creciendo de distintas formas a lo largo de toda nuestra vida. Crecer implica destruir o dejar atrás algo existente (generalmente creencias arraigadas y limitantes con las que nos educaron)  para dar lugar a algo nuevo, de mayor "tamaño" o dimensión, y suele traer consigo una transición incómoda, a veces, incluso dolorosa. Ese impass, de "no control", de "no saber" puede asustar, por eso, muchas veces, incluso de forma inconsciente, escogemos no seguir creciendo, y quedarnos en lo pequeño conocido, sin importar las limitaciones o la parálisis que eso suponga en nuestras vidas.

No es que crea que tengamos que estar creciendo constantemente, pero sí pienso que la vida nos va presentando oportunidades para aumentar el "tamaño" del reconocimiento de la intuición, el amor, la conciencia y la plenitud que somos, y únicamente está en nosotros el elegir abrirnos a ellas. Si estás en una de esas encrucijadas y te estás resistiendo,
no tengas miedo, ábrete a lo que hay, sin tratar de cambiar nada. Probablemente sepas, de procesos anteriores, que todas esas turbulencias, esos sentimientos que ahora te pueden estar incomodando, son temporales. Y que si no los juzgas, ni te dejas guiar por ellos, y les das el espacio y la quietud que te están pidiendo, pasarán y te llevarán a un lugar mucho más "grande". Dejar ir no es fácil, pero si conseguimos ignorar esa idea de perfección que siempre andamos buscando, tenemos paciencia, y nos tratamos con suavidad y cariño, el camino será mucho más suave y fluido. Ten siempre presente que todas las "tormentas" pasan y, siempre, vuelve a salir el sol. Pero en este caso, uno mucho más grande, radiante y luminoso.

Oct 19 at 07:00 PM

Gracias por darte cuenta ya esta disponible. Disfrutalo

posteó

Oct 19 at 12:47 PM

Paz

Llevo unos días sintiéndome desconcertada, triste, impotente, y con cientos de imágenes que no me puedo sacar de la cabeza. De jóvenes en un festival de música por la paz, que acabaron violados y masacrados, de mujeres y niños asesinados por bombas en sus propias casas y barrios, de ancianos secuestrados. Parece un película o una de esas series taquilleras, pero no lo es, es la realidad. Una, que sobrepasa cualquier tipo de ficción. Una, a la que todos pertenecemos.

Sé que la historia se ha hecho de guerras, todas ellas crueles y despiadadas. Pero uno pensaría que con lo que ya hemos aprendido, y en la época en la que vivimos, con tanta información y perspectiva, la barbarie no tendría cabida. Pero aparentemente la sigue teniendo. Y parece que, por desgracia, va para largo. No soy analista política (aunque curiosamente el conflicto árabe-israelí fue una de las especialidades de mi máster y estuve trabajando sobre el terreno, de periodista, durante la segunda Intifada) pero es evidente que todo esto va mucho más allá de acuerdos y fronteras. Se escapa de nuestra capacidad de entendimiento, de nuestra mente, de nuestro intelecto. Por eso es imposible tratar de entenderlo desde allí. Necesitamos que nos guíen con mucha más sabiduría, pero no de la intelectual, sino de la que emana de la conciencia y del corazón.

Puede que parezca naïf -y probablemente lo sea- pero siento que hasta que no cambie nuestra manera de de vivir, hasta que no bajemos de nuestra cabeza y mente limitada, a nuestro corazón ilimitado, seguiremos viviendo "pequeño" y sinsentido, y será imposible que la fuerza, la violencia, el odio, la imposición, las amenazas y los miedos, nos lleven hacia la paz. Soy consciente de que eso no ocurre en un día, ni en un año, y probablemente tampoco en una década, pero siento que hasta que no cambiemos la oscuridad por luz, esa paz que tanto anhelamos, no va a ser posible. Hasta que no seamos capaces de cultivar la serenidad y el amor que somos, no podremos verlo a nuestro alrededor.  Si estos días también estás sintiendo impotencia y tristeza, te recomiendo volver a esa paz, a ese amor, a esa compasión que está dentro de ti, que es tu naturalezaSólo reconociéndolo dentro de cada uno de nosotros, podremos sentirlo y llevarlo al mundo que nos rodea.

1

posteó

Oct 17 at 08:11 PM

No te pierdas la próxima charla ONLINE con Jana Fernández en ZUY ONLINE en la que hablaremos de la importancia de descansar y  técnicas para lograrlo.

Miércoles 25 de Octubre a las 18.30h en ZUY ONLINE

Apúntate aquí:

https://www.zentrourbanyoga.com/charla-gratuita-online-octubre

posteó

Oct 06 at 12:48 PM

Nos pasamos gran parte de nuestra vida esperando a que llegue lo siguiente. Las vacaciones, el postre, una relación, la felicidad. Transicionamos de un evento a otro con los ojos medio abiertos y la mandíbula medio apretada, pensando que lo "verdadero" llegará cuando dejemos atrás esos obstáculos que nos incomodan, y lleguemos al siguiente puerto. No nos damos cuenta de que la vida es una transición constante, incierta e impermanente. También "el siguiente puerto".

Al igual que la práctica de yoga no son sólo posturas, sino también todas las respiraciones y transiciones que se dan entre ellas, la vida, no son sólo esas paradas que tanto anhelamos. "Estaré tranquila cuando cambie de trabajo", "seré feliz cuando encuentre una pareja", "me relajaré cuando solucione este problema".  Y cuando llega ese nuevo trabajo, esa pareja o esa solución, aparecen nuevas incomodidades y retos.
Porque la vida cambia cada instante. Por eso no hay que hacer ni superar nada. Las cosas fluyen y luego se detienen, y a veces se desmoronan, y así es constantemente. El gran reto es aprender a transicionar por cada una de esas olas. A dar espacio para que sucedan. Espacio para el duelo, la rabia, la tristeza, o la alegría. Sin intervenir.

No es fácil. Y menos cuando estamos viviendo algo que nos molesta o duele, y queremos que desaparezca rápido. Algo que he aprendido con los años y la práctica es que
nada se acaba de ir hasta que no aprendemos lo que ha venido a enseñarnos. Puede que le demos la espalda o hagamos ver que no existe, pero siempre acaba volviendo. Con otros nombres, otras formas, otras manifestaciones, pero vuelve. Hasta que no logramos abrirnos a lo que hay sin condiciones, a dejar de evitar y pasar de puntillas por la incomodidad, a vivir la experiencia de la vida, con todo.  

Me gusta pensar que la vida es una gran aventura. Un gran "juego" en el que cada vivencia nos prepara para la siguiente. Y siento que el denominador común de todas ellas es aprender a transicionar.
Sentir que podemos pasar por cada una de esas olas con más serenidad, menos expectativas y apegos, con más aceptación y gozo. Intuyo que es la verdadera práctica que nos ayudará en esa última y gran transición por la que sabemos que todos vamos a pasar. Esa sí es la única certeza que la vida nos asegura, desde el día que nacemos.