Llevo unos días sintiéndome desconcertada, triste, impotente, y con cientos de imágenes que no me puedo sacar de la cabeza. De jóvenes en un festival de música por la paz, que acabaron violados y masacrados, de mujeres y niños asesinados por bombas en sus propias casas y barrios, de ancianos secuestrados. Parece un película o una de esas series taquilleras, pero no lo es, es la realidad. Una, que sobrepasa cualquier tipo de ficción. Una, a la que todos pertenecemos.
Sé que la historia se ha hecho de guerras, todas ellas crueles y despiadadas. Pero uno pensaría que con lo que ya hemos aprendido, y en la época en la que vivimos, con tanta información y perspectiva, la barbarie no tendría cabida. Pero aparentemente la sigue teniendo. Y parece que, por desgracia, va para largo. No soy analista política (aunque curiosamente el conflicto árabe-israelí fue una de las especialidades de mi máster y estuve trabajando sobre el terreno, de periodista, durante la segunda Intifada) pero es evidente que todo esto va mucho más allá de acuerdos y fronteras. Se escapa de nuestra capacidad de entendimiento, de nuestra mente, de nuestro intelecto. Por eso es imposible tratar de entenderlo desde allí. Necesitamos que nos guíen con mucha más sabiduría, pero no de la intelectual, sino de la que emana de la conciencia y del corazón.
Puede que parezca naïf -y probablemente lo sea- pero siento que hasta que no cambie nuestra manera de de vivir, hasta que no bajemos de nuestra cabeza y mente limitada, a nuestro corazón ilimitado, seguiremos viviendo "pequeño" y sinsentido, y será imposible que la fuerza, la violencia, el odio, la imposición, las amenazas y los miedos, nos lleven hacia la paz. Soy consciente de que eso no ocurre en un día, ni en un año, y probablemente tampoco en una década, pero siento que hasta que no cambiemos la oscuridad por luz, esa paz que tanto anhelamos, no va a ser posible. Hasta que no seamos capaces de cultivar la serenidad y el amor que somos, no podremos verlo a nuestro alrededor. Si estos días también estás sintiendo impotencia y tristeza, te recomiendo volver a esa paz, a ese amor, a esa compasión que está dentro de ti, que es tu naturaleza. Sólo reconociéndolo dentro de cada uno de nosotros, podremos sentirlo y llevarlo al mundo que nos rodea.
octubre 19, 2023